Sistema de salud en Chile
Para la OMS, un sistema de salud es un conjunto de elementos que desarrollan, gestionan y ejecutan acciones sanitarias, orientadas a mejorar el nivel de salud de la población a nivel individual y colectivo, y es así, como un buen sistema de salud realiza acciones que mejoran la vida de las personas en forma sustancial y tangible (OMS, 2009).
Para organizar un sistema de salud se necesita de un gobierno central y sus rectorías regionales. Además de personal, financiamiento, información, suministros, transporte y comunicaciones brindadas por las diversas instituciones (OMS, 2000).
En el sistema de salud chileno se pueden establecer tres roles principales: normativo, fiscalizador y ejecutor.
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Encabezado por el Ministerio de Salud (MINSAL), la autoridad sanitaria nacional que es el órgano rector de todo el sistema de salud (Dirección de Presupuestos Ministerio de Hacienda, 2013). Dentro de sus responsabilidades está elaborar las políticas sectoriales, coordinar el sector salud, dictar normas generales y velar por su cumplimiento. Para ejecutar estas funciones el MINSAL se organiza en dos subsecretarías: la subsecretaría de Salud Pública, a cargo de administrar y del servicio interno del ministerio; y la subsecretaria de Redes Asistenciales, que está a cargo de la articulación y desarrollo de la red asistencial, para lograr lograr una atención integral a las personas y regular las acciones que definen los distintos niveles de complejidad de la Red, a través del Sistema Nacional de Servicios de Salud (compuesto por sus 29 Servicios de Salud), abastecido por la Central de Abastecimiento (CENABAST).
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Las principales instituciones son el Instituto de Salud Pública (ISP), la Superintendencia de Salud y las Secretarías Regionales Ministeriales (SEREMI). La Superintendencia de Salud vela por el cumplimiento de la normativa por parte de los aseguradores y prestadores de salud públicos y privados. La SEREMI funciona como delegados regionales de las Subsecretarías, elaborando medidas, otorgando autorizaciones y velando el cumplimiento de las normativas sanitarias.
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La ejecución de los servicios sanitarios se realiza a través de un sistema mixto tanto en la prestación de servicios como en financiamiento, compuesto por entes públicos y privados. En el ámbito público, el Estado es el responsable de otorgar y administrar los servicios a la población que opte por este subsistema cotizando el 7% de sus ingresos, asegurando además, a las cargas legales del cotizante (Universidad de Chile, 2011). Estos ingresos son administrados a través de FONASA, que da cobertura al 78% de la población y que clasifica a sus afiliados en cuatro tramos según sus ingresos y edad tramo A el de personas de más bajos recursos y pensionados, y el tramo D quienes poseen más recursos (DFL No1, 2005). Este sistema también permite a los afiliados de los 3 tramos más altos acceder a la modalidad de libre elección (MLE), que está constituida tanto por prestadores públicos y privados, donde estos últimos suscriben un convenio con la red pública para poder atender a los beneficiarios de FONASA y entregar determinados servicios con un arancel que la institución pública establece (Fonasa, s.f.a).
Salud
privada
La atención de salud privada es otorgada por diversos establecimientos, como centros de salud, clínicas, consultas, laboratorios y centros de imagenología. Éstos atienden a la población inscrita a través de convenios con Instituciones de Salud Previsional (ISAPRES), a los beneficiarios FONASA en modalidad de libre elección (MLE) y de forma particular. Las ISAPRES son las encargadas de administrar el financiamiento y bonificar las prestaciones de salud, en base a un sistema de seguros, donde los afiliados pagan el 7% o más de sus remuneraciones (su valor no es estable, ya que dependen de muchas variables)(CEP, 2014).
Prestadores privados
También existe un grupo de prestadores privados, sin fines de lucro, encargados de brindar atención exclusiva a las y los trabajadores de Chile; éstas son las mutuales. Estas instituciones no solo entregan atenciones médicas por causas laborales a sus afiliados, sino que también enfocan sus programas en la prevención y capacitación de los trabajadores para asegurar su salud y crear entornos laborales saludables.
Fuerzas Armadas
y de Orden
Específicamente los usuarios pertenecientes a las Fuerzas Armadas y de Orden, junto a sus cargas familiares, reciben sus atenciones de salud en establecimientos de salud institucionales, como son la Dirección de Previsión de Carabineros de Chile (DIPRECA), la Caja de Previsión de la Defensa Nacional (CAPREDENA) y los distintos hospitales de cada rama. Estos prestadores poseen diversos centros de salud que proporcionan una cobertura similar a la descrita anteriormente, con distintos niveles de complejidad.
Los centros antes descritos también realizan atenciones a civiles a través de la Modalidad Libre Elección (FONASA) y convenio con ISAPRES.
¿Cómo funciona la red del sistema público?
La red del sistema público de salud está distribuido en tres niveles, que los integra y organiza según complejidad:
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Brinda atenciones de baja complejidad y ambulatorias, con una amplia cobertura. Es la puerta de entrada al sistema de salud y es el encargado de llevar a cabo programas básicos de salud. Se compone de servicios de urgencias de APS, consultorios, postas, centros comunitarios y hospitales comunitarios. El 87% de estos centros se encuentran bajo administración municipal; el resto depende de su servicio de salud, ONG’s y universidades.
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Nivel que brinda atenciones de mediana complejidad, con cobertura media de la población. Este nivel de atención recibe a los usuarios para otorgarles diagnósticos y tratamientos más complejos, que no pueden ser resueltos en el nivel primario y que necesitan atención por especialistas, incluyendo atención ambulatoria y hospitalaria.
Se compone de los Centros Comunitarios de Salud Mental Familiar (COSAM), Centros de Referencia de Salud (CRS) y Centros de Diagnóstico Terapéutico (CDT).
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Nivel de atención de alta complejidad, con tecnología y recursos humanos altamente especializados. Otorga una baja cobertura, ya que recibe a los usuarios que no pudieron resolver su problema de salud en los niveles anteriores.
Está compuesto por hospitales, centros de especialidad e institutos de especialidad, que incluso pueden ser centros de referencia en su territorio, a nivel regional o nacional.