Diario Financiero: El modelo de gestión que está ayudando a reducir las listas de espera en hospitales
Las listas de espera se han convertido en uno de los temas que más le pesan al sistema de salud en Chile. La irrupción del Covid-19 no detuvo su alza e, incluso, las consultas con especialistas llegaron a históricos dos millones de solicitudes.
En medio de la crisis sanitaria, el Laboratorio de Innovación Pública de la Universidad Católica (LIP UC) implementó un plan piloto para terminar con el problema en el área de gastroenterología del Hospital Padre Hurtado. No partieron de cero.
En 2017 se formó un grupo de trabajo interdisciplinario en la UC, que concluyó que no solo había que mirar el problema desde la oferta -cuántos médicos y equipos hay-, sino también desde la óptica del paciente. Por encargo del Ministerio de Salud, a fines de 2018 el LIP UC y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) empezaron a trabajar para entender la experiencia de quienes esperaban y, a partir de ello, diseñar un esquema que ayudara a la gestión de las atenciones atrasadas.
Así nació el “Modelo de acompañamiento a pacientes en lista de espera”, que partió en el Servicio de Salud Metropolitano Sur Oriente (SSMSO). Para llegar a esto, el verano de 2019 estuvo marcado por caminatas en las comunas de San Ramón y Puente Alto, visitas a los Centros de Salud Familiar (Cesfam), a los hospitales Padre Hurtado y Sótero del Río, y a las casas de los pacientes. En los centros de salud conversaron con directores, médicos, enfermeras, tens, secretarias, guardias; cada uno con un rol en el proceso de los pacientes.
Cristóbal Tello, director del LIP UC, cuenta que si bien han contado con financiamiento del BID, una restricción fue diseñar algo que se pudiera hacer con los recursos disponibles.
Listo el boceto, vino la puesta en marcha. Con los Cesfam enfocados en responder a la pandemia, la decisión fue partir de donde se pudiera, recuerda Sara Riveros, coordinadora del proyecto.
El equipo del LIP UC contactó en mayo de 2020 a Constanza Cortés, médica familiar del Hospital Padre Hurtado (HPH) que coordina con los niveles asistenciales. Ella, junto a la doctora Lorna Luco, pensaron en cómo implementar el plan. La decisión fue no cerrar las atenciones ambulatorias de especialidad que pudieran seguir funcionando. Apostaron por comenzar con gastroenterología, donde estaban aplicando su propio modelo de telemedicina asincrónica.